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Encuentro con el Cardenal Bergoglio

Les dejamos la desgrabación de la Asamblea de Agentes apstorales con el cardenal Bergoglio el 20 de junio de 2009.
Al final del desgrabado está el archivo de word de donde se lo pueden bajar.

ASAMBLEA 20-06-09

Un tema que quiero empezar por él aunque no fue el primero, es el tema de la Familia y algo que salió es la inestabilidad de pertenencia.

En la familia disgregada, una familia de padres separados, cuando no padres enemigos cuyo botín de guerra es el chico, esto es más común de lo parece, hay un nivel de la pertenencia muy bajo que el chico no sabe a qué pertenece ni a quién pertenece. A una familia porque lleva un apellido, o tiene hermanos o si pertenece a papá o a mamá.

Los chicos están en general, carentes de pertenencias sólidas (en el sentido humano de la palabra), pertenencias creíbles.

En el caso de familias en conflictos los chicos son rehenes de padres y madres, el padre le va fomentando concesiones, mimos etc y en viceversa la madre con el chico

Poner en marcha procesos estratégicos de largo alcance.

Cuando no hay pertenencia no se sabe lo que uno siente.

¿Qué pertenencia tiene este chico?

Junto a eso la cultura actual, no sólo a los chicos sino también a los grandes, les ofrece un ambiente de orfandad impresionante, podemos decir que esta es una cultura de orfandad por la falta de pertenencia acogedora, a los lacanianos les gusta hablar de desamparo. Las dos cosas son válidas: orfandad y desamparo. Usemos las dos palabras que son válidas.


¿Qué hacer con los chicos, que es lo mejor que se le puede ofrecer a un chico en la Pastoral que tenemos con ellos?
Lugares de pertenencia en la fraternidad, es decir una amistad fraternal, amistad.
Dado que para arriba, aunque tengan hogares bien constituidos sufren el desamparo cultural, por ej en los valores, el chico no sabe en los valores, qué está bien que está mal, eso es desamparo, no sabe a que referirse todo es relativo, todo es pasajero, todo es según como se mire…
El chico va recibiendo noticias, mensajes, a través de los medios de comunicación de esta relativización de los valores.
Entonces qué puedo hacer yo en concreto en el grupo de chicos donde trabajo, de catequesis, dónde sea?
Crear pertenencia solidaria que es fraternidad (poquita cosa) pero crear amistad y fraternidad: una barra sana, una pertenencia sana, esa es la base para defender al chico de la falta de pertenencia ya sea familiar o cultural y del desamparo ya sea familiar y cultural.


Hoy día, dado que se da el desamparo, la orfandad, la pertenencia no es natural, y hay que crearla a través de la solidaridad y del servicio como primera puerta.
Es decir a través del hacer, del lenguaje de las manos, estoy con el esquema de los tres lenguajes: el de la cabeza, el del corazón, el de las manos.
Propuestas de hacer aunque sea el hacer gratuito del juego. Que es una propuesta de solidaridad que va creando pertenencias, puede ser del servicio, mil cosas que se pueden hacer con chicos.
El hacer. No porque sea lo único pero es el primer paso.
Luego directamente viene la pertenencia afectiva, el lenguaje del corazón, pero vamos a hacer algo.
Aunque sea una aventura de un día, campamento de un día, lo que sea, pero vamos a hacer.



Por esta cultura del desamparo, el chico tiende a ser protagonista antes de tiempo.
Es la época de papás solteros, es decir de aquellos que tienen que ejercer paternidad en sus hermanos antes de la madurez porque papá y mamá no existen.
El chico entonces tiende a ocupar un rol creativo antes de tiempo. El tiempo que parece que tiene que ser el normal, aprovechemos eso.
Metámoslo en el hacer, que puede ser también el hacer del juego, de la competencia lúdica, etc. la gratuidad o del servicio y de ahí lentamente ir inculcándole los valores en el hacer en la pertenencia hay miles de valores ya que se pueden inculcar
La lealtad, la sinceridad, no hablar por atrás. Mil cosas que van creando entre ellos amparo fraternal. Frente al desamparo maternal, paternal que la cultura les da.


¿Cómo acompañar a los chicos, lo que nos pide la Iglesia de una manera explícita ya en Latinoamérica a través de Aparecida?
Es un salir al encuentro y acompañar, acompañar procesos, acompañar crecimientos, acompañar socialización, acompañar catequesis, acompañar el encuentro con Jesucristo.
No se puede trabajar con los chicos sin acompañar los diversos momentos de los chicos, y acompañar no es tener una actitud de vigilante, no solamente hay que vigilar, hay que ver todo. No es una actitud de estar predicando preceptos, puramente preceptiva, hay que ver los preceptos y con los límites pero en el momento, con la cancha que uno va adquiriendo, en el momento.

A veces no queda otro remedio que mirar para otro lado.

Acompañar los procesos. Y eso lleva una sabiduría muy especial y mucha oración.
El que trabaja con chicos y no reza es muy difícil que tenga esa sabiduría. Una sabiduría que humanamente yo diría del barrilete. Saber remontar un barrilete.
El que no sabe remontar un barrilete no sabe trabajar con chicos. Cuando vos remontás un barrilete tenés que mirar cómo está el viento, de dónde lo vas a tirar, empieza dale y dale, hasta que ya está, tiene sustratos de aire para planear y empieza a subir, a subir y a subir, por ahí se enloquece, aflojale que colea porque no te aguanta más, después le das el tirón, lo estabilizás de nuevo.
Esa es quizás la imagen, porque es la que yo usé de chico. No se si hoy día se remontan barriletes.
Saber remontar un barrilete. Saber cuando hay que aflojar porque esta coleando y cuando hay que pegarle un tirón porque debe a estabilizarse.
Es un trabajo paciente. Es un trabajo que exige despojo. O sea los chicos que yo acompaño no son para mí, no son mis hijos, son para que crezcan y levanten vuelo y vuelen solos después.

En el acompañamiento con los chicos se da el mismo proceso que en la educación familiar, uno puede anular la iniciativa de los chicos, lo que en psicología llaman: “castrar la personalidad”, por qué? Porque no se los deja levantar vuelo en el momento oportuno. No se los deja caerse. Dejá de que se dé el golpe.
Y después le hablás. Cuando vos los tenés siempre previniéndolos entre algodones el chico no crece.
Esto significa entonces que en el trabajo con los chicos frente a esta cultura del desamparo y de la orfandad vos tenés que ser muy creativo, tenés que inventar a cada rato, a cada minuto y no perder de vista ese trabajo de ir inculcando los valores a cuentagotas para que prenda, para que agarre.
Vos querés transplantar un geranio en julio y el geranio se te seca, lo tenés que hacer en marzo.
Bueno buscá el momento en el cual lo que yo voy a poner en el corazón del chico no se seque no se anule, sino el momento oportuno en el que se de la situación.





Transcripción parcial de la Asamblea de Agentes Pastorales con el Card. Bergoglio
20-06-09



El chico como se nos viene ahora (es la segunda pregunta) que viene a la Catequesis con una dispersión de las propuestas que vive, por los videojuegos, por mil cosas, incluso con valores morales distorsionados o antivalores incorporados por las cosas que ve por Internet.
Ahí también hace falta creatividad y mi opinión personal es que la puerta para entrar en esto es
el lenguaje de las manos, o sea el chico tiene que ser artesano de su propia catequesis.
Así como es pasivo frente a los videojuegos, o por ahí es medio pasivo o frente al mundo de la Internet a ese navegar y todo, hay que hacerle tomar el gusto de que ser activo en lo lúdico es importante es claro. Empezaría por ahí siempre por eso, por el lenguaje de las manos.
Hay que buscar la desatomización del chico a través del lenguaje de las manos y de la creatividad, o sea vos sos capaz de crear algo.
El chico como señor creador de su espacio y de su tiempo.
Enseñarle a dominar su dispersión y a hacer su propio espacio.

¿Cómo hacer que se encuentre con Jesús?
La mejor manera de encontrarse un chico con Jesús es a través del Evangelio y de la oración y después viene la acción. Habría que elegir parábolas y ver quien era Jesús a través de parábolas y de pasajes evangélicos. Jesús el Señor que es capaz de curar un enfermo, siempre con la escena. Hacer imaginar la escena. El chico tiene que ver a Jesús en acción. Los conceptos no le entran. La solidaridad, el compartir nuestras cosas con otros porque Jesús lo hizo, los gestos y se le enseña a orar. Lo vio actuar en el Evangelio y lo va conociendo de a poco. Por los conceptos no hay encuentro con Jesús.
El Papa dice la vida cristiana no comienza con una idea, sino con un encuentro con una persona.


¿Cómo acercarse a chicos en situación de calle teniendo en cuenta las carencias afectivas y sociales que tienen?
Espacio dónde es difícil entrar. Estos chicos tienen un doble desamparo: el desamparo normal cultural que tienen todos, de orfandad cultural y el desamparo social.
Antes solíamos decir para hablar de estas situaciones sociales que había opresores y oprimidos, después dijimos que no bastaba eso y además había que agregar incluidos y excluidos. Y tampoco va eso.
Hoy hay que agregar también “los que caben” y “los que sobran”.
Y estos chicos son sobrantes del sistema, son para reciclar, cuando a uno le cuentan que muchos de los robos de los chicos son para desguace, transplantes de órganos, nos agarramos la cabeza. Muchos de estos son sobrantes para el reciclaje de cualquier manera, reciclaje para delincuentes, reciclaje para linyeras, no para incluirlos en de la sociedad. Son los que sobran. Tenemos que ser concientes de que en nuestra diócesis hay chicos que están en esta situación de descarte, de sobrante.
Hay que acercarse de una manera muy particular, no paternalista sino con una actitud de acogida cordial muy difícil de lograr y de acompañamiento promocional.
Los chicos en situación de calle en gran parte, son objeto de tratantes. En la calle aprenden todo.
El mismo cariño el chico lo puede interpretar mal, un chico en situación de calle es un desconfiado. Puede sentir el cariño como un nuevo reclutamiento.
Yo les puedo decir que: Jesús los quiere mucho.
Les dejo una pregunta: ¿Cómo rezo por esos chicos, cómo los incorporo en mi vida de piedad, en mi vida cristiana y qué penitencia hago yo por esos chicos de la calle?

¿Cómo comprometer a los padres?
Hay que buscar otros modos, las catequesis familiar funciona en forma parcial. Papá trabaja todo el día incluso los sábados, mamá tiene mil cosas cuando no trabaja. Hay que buscar otros modos de comprometer a los padres. Hoy en día la catequesis familiar funciona en forma parcial.
La realidad se la ataja desde dónde viene, cómo es, no como vos querés que sea.
¿Cómo hacemos la transmisión de la fe? La cadena familiar se ha roto.
No con obligaciones con persuasiones, la visita gratuita, acercarse, ir a buscarlos, y esto es sembrar. A veces creemos que el asunto es reclutar gente. Jesús nos manda a sembrar, a predicar el Evangelio. Andá a buscar la gente. Acompañala dónde está. Apostolado de la siembra desde Jerusalén a los confines de la tierra, a través del chico, la familia. Tengo que ir yo a la familia, no esperar a que vengan, tengo que ir sin ninguna exigencia, sin ninguna pretensión simplemente por el gusto de querer conocerlos.


Simplemente quiero mencionar a Santa Teresita porque hizo una revolución en la concepción del cristianismo a través de la infancia.
Por eso es Patrona de los chicos porque nos plantea la vida cristiana como un camino de infancia, como un camino donde no hay orfandad porque tenemos al Padre Dios, donde no hay desamparo porque El nos cuida y nos pide que nos abandonemos en El.
En una sociedad sumamente protectora como la que vivió ella, su espiritualidad fue revolucionaria. Recurran a ella, y esto no es un consejo piadoso es una convicción.
Santa Teresita hace milagros en serio, pero en serio. Pidan que les inspire el trabajo con los chicos.
Esa revolución que ella armó en la Iglesia a través de la infancia espiritual que se las inspire a ustedes para ver como armar, como tener que armar.
Pero obviamente si quieren trabajar con chicos hay que revolver mucho, hay que hacer una revolución.
No podemos trabajar con los chicos que vienen, son la mínima parte tenemos que trabajar con los chicos que no vienen, con los que chicos que socialmente caben y con los chicos que socialmente sobran, con todos. Ella es la única que nos puede enseñar este camino de la revolución. Pídanselo.
Cuando nos reunamos de aquí a un año, dos años, me dicen cómo les fue…